Se realiza con control ecográfico para visualizar el fondo del útero y controlar la cánula que lleva el embrión. Esta se introduce cerca del fondo de la cavidad, y alcanzado el punto exacto, se deposita el embrión en la misma.

En CREA, cultivamos los embriones hasta su día 5/6 de desarrollo momento en el que deben alcanzar el estadio de blastocisto. Esto permite hacer una mejor selección, pudiendo así reducir el número de embriones transferidos. Para evitar el embarazo múltiple y los problemas que conllevan a la madre y a los fetos, en 2010 implantamos el programa SET, de transferencia de embrión único, con muy buenos resultados.

En los pocos casos en los que se transfieren dos embriones, siempre será consensuado con los pacientes tras recibir asesoramiento del equipo médico.
En CREA abandonamos la transferencia de tres embriones en Enero de 2003, a pesar de que la legislación española lo permite, para evitar los riesgos en nuestras pacientes.

Tras la transferencia embrionaria, los embriones sobrantes que presenten buenas calidades se congelan mediante vitrificación. Esto permite a los pacientes poder recurrir a estos embriones en siguientes ciclos, bien porque no se ha logrado un embarazo, o bien si se desean guardar para una futura gestación.

En el caso que los pacientes vean cumplido su deseo y no vayan a transferirse los embriones vitrificados, estos pueden ser donados a otras parejas o mujeres, siempre que los embriones hayan sido generados cuando la mujer no superaba los 35 años y el varón los 50. Los embriones vitrificados también pueden ser donados con fines de investigación para un proyecto que esté autorizado. Los pacientes también pueden cesar la conservación de estos embriones cuando finalice el plazo máximo establecido por ley.