La andrología es una rama de la medicina que se encarga del estudio de la salud masculina, tanto a nivel reproductivo como del sistema urinario completo.
En andrología se estudian, diagnostican y tratan todas aquellas posibles patologías que pueden afectar a la salud general y sexual del varón, como la disfunción eréctil, los trastornos en la eyaculación como la eyaculación precoz, la falta de apetito sexual o libido, las anomalías, enfermedades e infecciones del pene y de los testículos, o la andropausia.
Sin embargo, además de las anteriores, una de las áreas más importantes para la andrología es la que trata la infertilidad masculina.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el factor masculino es responsable del 35% de los casos en los que se identifican problemas reproductivos en la pareja. El mismo porcentaje corresponde a la mujer y el 30% restante corresponde a causas mixtas (20%) o de origen desconocido (10%).
Además, la infertilidad masculina afecta a, al menos, dos de cada tres hombres que acuden a un centro de reproducción asistida para poder identificar el problema que les impide formar una familia, de manera natural, junto a su pareja. De hecho, aunque tendemos a pensar que si el semen está alterado se pueden producir otros problemas asociados, puede ocurrir que el hombre tenga erecciones y eyaculaciones completamente normales y que, sin embargo, su semen no esté bien. Una cosa no tiene por qué tener relación con la otra.
En la mayor parte de los casos, la revisión del varón únicamente se realiza mediante un sencillo análisis de su semen, con el que jamás seremos capaces de identificar el problema por el que el semen está mal. En estos casos no debemos olvidar que el paciente es el hombre y no sus espermatozoides y que, por ello, es crucial identificar la razón de base que está causando que el semen no tenga la calidad o las características que debiera y que le impiden que la fecundación llegue a realizarse con éxito.
Andrología: El estudio del varón con infertilidad
Existen diversas patologías que podrían ser las primeras responsables de la infertilidad del hombre. Hallar la razón principal por la que el semen está mal es lo primero que se debe llevar a cabo ya que, si no se identifica la causa, puede implicar un riesgo, tanto para la salud del propio varón, como para la de su/s futuro/s hijo/s.
Por eso, es importante identificar y diferenciar si el problema tiene su origen en el mal funcionamiento de los testículos, es decir, el lugar en el que se “fabrican” los espermatozoides, o bien se trata de algo que afecta a los espermatozoides tras haber sido fabricados.
En el primer caso, los testículos pueden estar produciendo los espermatozoides de manera incorrecta por diferentes razones: un problema de nacimiento (congénito), un aumento de la temperatura testicular (que puede tener origen, por ejemplo, en un varicocele), un problema genético, un problema hormonal, una inflamación o infección, una exposición a sustancias tóxicas en casos de pacientes que han recibido radio o quimioterapia o un cáncer testicular.
En el segundo caso, los testículos pueden estar funcionando bien y, sin embargo, el semen estar mal. Cuando la calidad y la cantidad de espermatozoides son deficitarias, puede ser porque hay una estenosis (estrechamiento) en los conductos que trasladan el semen desde los testículos hasta su expulsión por el pene. Estas estenosis pueden tener origen en inflamaciones que, una vez son tratadas, dejar de afectar a la calidad del semen.
Además de los anteriores y a pesar de que, aparentemente, el semen esté bien, la infertilidad de origen masculino puede deberse a una alteración genética, que deberá valorarse de manera concreta para conocer el nivel de afectación que tiene en el varón y en sus espermatozoides y ofrecer una solución reproductiva a la pareja.
¿Cómo se trata la infertilidad masculina en andrología?
Cuando la pareja acude al especialista en medicina reproductiva, se le solicitarán una serie de pruebas, centradas tanto en la mujer como en el varón. En el caso del hombre, se necesitará un seminograma o espermiograma, es decir, un análisis del semen en el que se identifican la calidad y la cantidad de los espermatozoides y se observa su morfología.
Si el seminograma ofrece un resultado alterado, el hombre deberá ser valorado de manera específica por una unidad de andrología especializada en reproducción. Hay casos en los que, a pesar de que en el seminograma se obtengan buenos resultados, también se envía al varón a esta unidad por otros problemas, por ejemplo, si anteriormente ha habido abortos, si en otros tratamientos los embriones no se han desarrollado correctamente, etc.
Cuando el varón acude al andrólogo, el trabajo del especialista consistirá en valorar el riesgo que existe para él, para sus futuros hijos y para el pronóstico del tratamiento. Para ello, primero se analiza la historia clínica en profundidad, así como en los antecedentes familiares y personales.
A continuación, se observa si existe algún tipo de fallo testicular, si hay alguna alteración que esté afectando al semen, si el varón padece alguna enfermedad que aún no haya ocasionado ningún síntoma (como un cáncer testicular), si existe alguna alteración genética o una disfunción en las células que producen los espermatozoides, etc. En cada uno de estos casos se valora al varón y sus necesidades de forma personalizada para poder ofrecerle la mejor solución y que, junto a su pareja, pueda cumplir su sueño de ser padre.
La Unidad de Andrología Reproductiva de CREA
En CREA, somos especialistas en factor masculino y contamos con una Unidad de Andrología Reproductiva propia. Aunque en al menos la mitad de las parejas que consultan por infertilidad existe un factor masculino, en CREA, al ser la infertilidad masculina nuestra especialidad, esto ocurre en 7 de cada 10 varones.
Es por ello fundamental para nosotros valorar el riesgo del factor masculino en todas las parejas heterosexuales que acuden a nuestra clínica, para que el pronóstico del tratamiento sea exitoso.
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