Conoce los cambios en el embarazo: físicos y emocionales

13 de julio de 2020

Todo el mundo tiene claro que tener un hijo supone un cambio en la vida. Sin embargo, no solo supone un cambio en el día a día, sino que el cuerpo de la mujer cambia a lo largo de los nueve meses y las primeras semanas posparto. También lo hace la forma de pensar y de entender la vida. Pero, ¿qué cambios en el embarazo físicos y emocionales puedes sufrir?

A lo largo del embarazo el cuerpo de la mujer va cambiando. Estos cambios no solo son los visibles en cuanto al crecimiento de la tripa, sino que internamente también se producen cambios para poder albergar la nueva vida, así como para la preparación del momento del parto.

Cambios en el embarazo: físicos y emocionales

Cambios físicos

Lo cierto es que los cambios físicos son los más visibles. Lo normal es que la futura mamá engorde entre 10 y 15 kilos. De ese peso, aproximadamente el 40% es el feto, líquido amniótico, y placenta; el resto se deberá al aumento del útero y las glándulas mamarias, así como el aumento del volumen sanguíneo, tejido graso y el líquido intersticial. Para no engordar más de lo necesario, deberá mantener una dieta equilibro, sin hacer caso del conocido ‘hay que comer por dos’, y realizar ejercicio físico moderado, según la situación de cada mujer, siempre bajo la recomendación médica.

Otra de las cosas que la embarazada puede sufrir son las conocidas náuseas, sobre todo por la mañana, aunque a veces pueden aparecer en otros momentos del día o, incluso, ser continuas. Les pueden seguir vómitos, malestar general, cansancio, dolor de cabeza, etc. Estos síntomas son comunes durante el primer trimestre y tienden a desaparecer a partir de las 16 semanas de embarazo, aunque a veces pueden prolongarse durante más tiempo.

La pigmentación de la piel, sobre todo en la cara, puede variar por influencia del sol. Por ello que se recomienda aplicar crema de protección solar para evitarlo. Del mismo modo, se recomienda aplicar crema hidratante o antiestrías en la zona de la tripa y los muslos para aumentar la elasticidad de la piel y evitar la aparición de las estrías a causa del cambio de volumen que supone el embarazo.

La mujer también notará que conforme van avanzando los meses, los pechos irán agrandándose, ya que los senos se preparan para la lactancia. Las caderas también se ensancharán para favorecer el parto vaginal. Esto es así debido a los estrógenos, que aumentan la elasticidad de los ligamentos y tendones y hacen que la pelvis adquiera mayor movilidad y se separa unos milímetros.

Presta especial atención a la vista y los dientes

También será recomendable prestar especial atención a la vista y los dientes, ya que el cambio hormonal a lo largo del embarazo puede provocar que las encías se hinchen, sangren y se enrojezcan, incluso que aparezcan caries con más frecuencia.

En cuanto a la vista, es posible que aparezca la fatiga visual, sequedad ocular, sensibilidad a la luz o, incluso, se agrave la miopía y/o el astigmatismo, si bien estos cambios son pasajeros.

Cambios emocionales

No solo se producen cambios físicos a lo largo del embarazo. Si no que las emociones también se preparan para el cambio de vida. Es normal pasar por altibajos emocionales durante el embarazo. Puede haber momentos de tristeza, inseguridad y miedo, pero también son frecuentes los de euforia e ilusión. Esto se debe a los cambios hormonales, físicos y vitales que suponen un embarazo y un futuro hijo. Al final del embarazo, se generan endorfinas, que modifican el sistema cerebral encargado del placer, la motivación y el esfuerzo. Esto sucede, entre otras cosas, para ayudar en el momento del trabajo del parto.

Es durante estos meses cuando la madre aumenta su capacidad de empatía. Además, la madre aprenderá a gestionar mejor la inseguridad, el miedo. Durante los primeros meses, la madre todavía está en la fase de asimilar que en su interior crece una nueva vida. Es durante el segundo trimestre cuando la futura mamá incorpora en su lenguaje al bebé.

Tras el parto, se puede experimentar la llamada depresión posparto. Esto es muy frecuente y se relaciona con la bajada hormonal asociada al final del embarazo y a la fatiga de las primeras semanas de crianza.

Es muy importante que, tras el parto, la nueva mamá pueda contar con ayuda familiar y profesional para detectar y tratar esta situación, en caso de que se produzca.

¿Aún con dudas sobre los cambios en el embarazo? Si necesitas que te orientemos o quieres que nuestro equipo médico te atienda, ponte en contacto con nosotros.

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