La esterilidad de origen desconocido representa el 10% de los casos de infertilidad.
Siempre solemos decir que en un 35% de los casos de infertilidad el problema tiene origen en el hombre, en otro 35% de los casos este radica en la mujer y en un 20% de las parejas responde a una causa mixta. ¿Y qué ocurre con el 10% restante? Pues este corresponde a lo que conocemos como esterilidad de origen desconocido (EOD).
Hay ocasiones en las que, tras haber realizado las correspondientes pruebas diagnósticas básicas, tanto al hombre como a la mujer, los resultados parecen normales y el factor de origen de la esterilidad no está claro.
Esterilidad de origen desconocido: ¿Significa que no podremos tener hijos?
Las analíticas están bien, todo es correcto, pero… El embarazo no llega tras un año habiendo estado manteniendo relaciones sexuales sin protección. Para la pareja, recibir un diagnóstico de esterilidad de origen desconocido puede suponer frustración y angustia, pues el hecho de no encontrar una causa para su problema de fertilidad puede llevarlos a pensar que no van a lograr formar una familia.
Sin embargo, esto no es así en absoluto. La esterilidad de origen desconocido es relativa, pues el porcentaje de casos puede variar en función de cómo se realice el diagnóstico y de la preparación de los especialistas y de la clínica en la que se lleva a cabo el análisis de la pareja. De hecho, según explica la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), aunque la proporción de parejas con esterilidad de origen desconocido es de un 16% aproximadamente, los rangos varían del 0 al 37%.
Existe tanta diferencia, precisamente, por la manera en la que los especialistas llevan a cabo cada diagnóstico; si realizamos un estudio diagnóstico muy completo, reducimos el número de pacientes a los que diagnosticamos de esterilidad de origen desconocido. Es fundamental, desde un primer momento, realizar y analizar la historia clínica de ambos miembros de la pareja, realizar a la mujer una exploración ginecológica que incluya ecografía transvaginal en la que se visualice el estado del útero, los ovarios y las trompas de Falopio, así como las pruebas que revelen el buen funcionamiento de todas estas estructuras, y realizar al varón, como mínimo, una exploración física y un seminograma (análisis de semen).
No obstante, estas pruebas pueden llegar a quedarse cortas, pues hay ocasiones en las que puede haber un problema de salud que no se haya detectado inicialmente y que, por ello, sea necesario realizar análisis y pruebas con más detalle. Algunos de los problemas que podrían estar ocasionando la esterilidad de origen desconocido pueden ser alteraciones del ADN en los espermatozoides, problemas uterinos que afecten a la implantación, alteraciones cromosómicas en el óvulo y alteraciones en el embrión.
En relación a los anteriores problemas, se pueden realizar pruebas adicionales como el análisis de cariotipo (número y estructura de los cromosomas), el estudio de fallos de fecundación, la fragmentación del ADN espermático o el diagnóstico genético preimplantación (PGT).
En conclusión: cuanto más personalicemos el trato a nuestros pacientes y más ahondemos en el diagnóstico, menor porcentaje de casos de esterilidad de origen desconocido hallaremos.
¿Cómo se tratan los casos de esterilidad de origen desconocido?
Si tras el estudio de fertilidad no hallamos la causa concreta de su problema de esterilidad, realizaremos un tratamiento de reproducción asistida, que será Inseminación artificial o FIV, teniendo en cuenta, como en cualquier otra pareja, la edad de la mujer, su reserva ovárica y la valoración espermática.
En ocasiones el propio tratamiento de esterilidad nos permite conocer la causa de la esterilidad pues podremos valorar la calidad ovocitaria, la tasa de fecundación o la calidad embrionaria.
Las probabilidades de embarazo en casos de esterilidad de origen desconocido son las mismas que en las parejas con una causa de esterilidad previamente identificada.
Si bien el objetivo del estudio clínico previo al tratamiento será que nunca queden parejas con diagnóstico de esterilidad de origen desconocido, no hemos de olvidar que la Medicina Reproductiva es una ciencia en continuo crecimiento y cuenta cada día con más recursos diagnósticos y terapéuticos, para ayudar a que todas las parejas logren el embarazo.
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