Llega un momento precioso del año en el que nos reunimos con los nuestros para vivir nuevos y maravillosos momentos que quedarán para siempre en nuestro recuerdo. Este año, hemos querido celebrar el inicio de la Navidad con las historias de Violeta y Paula, dos pacientes de CREA que cumplieron su sueño de ser mamás hace unos meses y que estos días los celebrarán con su mejor regalo: su bebé.
Sin duda, en ambos casos se trata de historias de superación y de esfuerzo pero, sobre todo, de positividad e ilusión. Te dejamos, a continuación, con la historia de Violeta.
La historia de Violeta: Narrada desde el corazón
“Nosotros éramos una pareja muy feliz que decidimos comenzar a buscar familia a finales de 2015. En mayo de 2016 recibimos la mejor noticia: estábamos embarazados. Estábamos muy felices, pues había costado poco -unos 6 meses-. Sin embargo, en la revisión del ginecólogo, resultó que estaba descolgado y nos dijo que seguramente lo perdería, que la naturaleza era muy sabia y si estaba bien se cogería y, si no, se caería. Y así fue: a los 3 días lo perdí.
Nos dijimos que no pasaba nada y que lo volveríamos a intentar, que ya vendría. Entonces, lo que no nos esperábamos fue que, ese mismo verano, durante una colonoscopia, a mi marido le diagnosticaran un cáncer. En aquel momento todos los médicos eran positivos y nos comentaron que le operarían, le darían quimioterapia por control y nosotros podríamos seguir con nuestra vida… Pero no fue así.
En febrero del año siguiente le diagnostican otro tumor, y fue en ese momento cuando nos fuimos corriendo a CREA y nos atendieron con los brazos abiertos para proceder a congelar una muestra de semen y así poder formar la familia cuando estuviera todo bien, pues siempre fuimos muy positivos con su enfermedad. Desde el primer momento decidimos confiar en CREA porque conocía a varias amigas que también habían estado en tratamiento y su experiencia había sido positiva. Y, de hecho, ahora que yo también he pasado por la experiencia, recomendaría y he recomendado CREA a muchas personas que necesitan un tratamiento, porque todo lo que he vivido dentro de esta casa ha sido bueno y estoy contentísima de poder tener una niña preciosa gracias a todas y cada una de las personas que trabajan en el centro.
Entonces, seguimos todos los pasos que nos comentaron en la clínica, y ya en septiembre me hice la primera punción, con la que acabaron salieron cuatro embriones de los que al final solo quedó uno. Lo congelamos y repetimos el mismo proceso en diciembre, con los mismos resultados: un solo embrión superviviente.
Por recomendación de nuestra doctora, analizamos los embriones antes de transferirlos a mi útero. Los dos eran buenos y estaban sanos, por lo decidimos en enero de 2018 transferir el primero de ellos. La suerte no nos acompañó y dio negativo. En ese momento, mi marido ya pasaba más tiempo en el hospital que en casa, por lo que yo entonces decidí hablar con la doctora para pedirle consejo, porque o se producía un milagro y se paralizaba el cáncer, o cuando pasara todo y yo me recuperara, haríamos la transferencia del embrión que quedaba.
Y así fue, mi marido falleció el 1 de mayo de 2018 y yo me transferí el embrión el 3 de agosto, con resultado positivo y muy buen embarazo.
Mi experiencia con el tratamiento fue muy buena: no me encontré mal en ningún momento y todo lo afronté de forma muy positiva, pues como estábamos pasando por un momento tan duro de mi marido, ambos lo vimos como un “camino de rosas”.
Y la experiencia de ser mamá para mí ha sido y es muy dura, porque estoy sola y soy al mismo tiempo mamá y papá, entonces cuesta mucho, ¡tengo mucho sueño! Pero todo se me olvida cada vez que veo sonreír a Manuela.”
Con una frase tan bonita concluimos este artículo de nuestro blog. La semana que viene, aquí mismo, podrás conocer la historia de Paula, una reciente mamá que, a pesar de las dificultades, no paró hasta cumplir su sueño: Gabriel.
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- Aquí puedes leer la de Marcella.
- Aquí, la de Àngela, que fue mamá tras superar un cáncer de mama.
- Aquí te dejamos la de Quique, un reciente papá al que le cambió la vida desde el momento que supo que iba a ser padre.
- Y aquí la de Victoria y Eugenia, las felices mamás de Sofía.
Si necesitas que te ayudemos a formar una familia, cuenta con nosotros: juntos lo lograremos.
