Si hace ya unos meses publicamos un artículo sobre las hormonas femeninas y su papel en reproducción asistida, en esta ocasión llega el turno de las hormonas sexuales masculinas, con la testosterona a la cabeza.
¿Qué son las hormonas sexuales masculinas?
Las hormonas sexuales masculinas, llamadas andrógenos, son aquellas que se producen principalmente en los testículos y cuya regulación depende del hipotálamo y la hipófisis, las partes del cerebro que se encargan tanto de estimular la producción de estas hormonas como de controlar la cantidad que se secreta de ellas.
Durante la pubertad, los niños se van transformando en adultos. Es el momento en que empiezan a jugar un papel clave los andrógenos, que provocan la aparición del vello púbico (y corporal en general), el cambio en la voz, el desarrollo de la masa muscular, el crecimiento del pene y el desarrollo de los testículos, además de la espermatogénesis (producción de espermatozoides), entre otros efectos, preparando así al varón para las necesidades de la vida adulta.
Tipos de hormonas sexuales masculinas
Aunque la testosterona es la principal hormona sexual masculina, esta no es la única. En el cuerpo del varón también podemos encontrar otros andrógenos, como la androsterona y la androstenediona y sus distintos derivados, como la dehidroepiandrosterona, relacionada con la caída del pelo y también con el adenoma de próstata.
Hormonas sexuales masculinas: ¿Qué es la testosterona?
La testosterona es, como decimos, la hormona masculina por excelencia. Se produce principalmente en los testículos, concretamente en las células de Leydig, pero también es secretada, aunque en menor medida, por las glándulas suprarrenales.
La testosterona en los hombres
Este andrógeno comienza su función unas semanas después de la implantación del embrión en el útero materno, cuando se desarrolla la expresión sexual del futuro bebé y se define si será niño o niña. Además de este primer cometido, la testosterona es fundamental para el mantenimiento del tono muscular y de los huesos, para la producción de los espermatozoides y para mantener el apetito sexual (libido).
La testosterona en las mujeres
¿Sabías que la testosterona no es exclusiva del sexo masculino? En el cuerpo de la mujer también se produce testosterona, aunque en mucha menor cantidad, y esta se secreta en los ovarios y las glándulas suprarrenales.
En el caso de la mujer, la testosterona ayuda a mantener la salud de los huesos, también favorece el apetito sexual y ayuda al correcto funcionamiento de los ovarios.
Niveles normales de testosterona
En los hombres, se consideran niveles normales de testosterona cuando esta se encuentra aproximadamente entre 270 y 1000 ng/dL., si bien este rango de normalidad puede variar entre uno y otro laboratorio y depender también de cada paciente, de manera que es un dato que debe ser siempre interpretado por un profesional.
Cuando se produce un déficit de testosterona, una circunstancia que se produce con mayor frecuencia a partir de los 50 años con lo que conocemos como la menopausia de los hombres o andropausia, pueden aparecer problemas como la pérdida de masa muscular, la caída del cabello (alopecia), la acumulación de grasa, el cansancio y la fatiga, los problemas de erección y eyaculación o el descenso de la libido. Como consecuencia de ello, es posible que descienda el nivel de fertilidad. Ante la sospecha de un posible descenso en los niveles de testosterona es fundamental consultar con un especialista, para averiguar la causa de ese déficit y porque puede estar también asociada a un mayor riesgo tromboembólico.
En mujeres, el nivel de testosterona debe estar entre los 15 y los 70 ng/dL. Si los niveles de testosterona son muy bajos, o elevados (por un hiperandrogenismo o síndrome de ovario poliquístico (SOP)), podrían aparecer problemas relacionados con su fertilidad.
¿Qué papel juegan las hormonas sexuales masculinas en los tratamientos de reproducción asistida?
Cuando se realiza el estudio de la pareja y se llevan a cabo todas las pruebas necesarias para el diagnóstico de la esterilidad, en este caso masculina, si se detectan problemas en el análisis de semen, como la azoospermia o la astenozoospermia, una de las pruebas que debemos realizar a continuación es un análisis hormonal.
La analítica hormonal puede mostrar si existe algún problema en los andrógenos que esté dificultando la producción de espermatozoides o produciendo problemas en su “fabricación”. Es por ello fundamental tener en cuenta todos los aspectos que pueden interferir en el objetivo de lograr el embarazo, incluso la expresión de las hormonas sexuales masculinas, ya que además de darnos información muy útil puede hacer sospechar la existencia de otras enfermedades (tumor testicular, síndrome de Klinefelter, etc.).
¿Es bueno entonces tomar testosterona para mejorar el semen?
Todo lo contrario. La testosterona actúa de hecho reduciendo la producción de espermatozoides y no debe ser utilizada nunca en varones con deseo reproductivo. La razón es que los testículos fabrican testosterona y espermatozoides.
Si tomamos mucha testosterona, por decirlo de alguna manera, los testículos detectan que hay suficiente y que no tienen que fabricar más, pero dejan de fabricar también espermatozoides. Por esa misma razón, no es conveniente tomar medicamentos ni complementos alimenticios que puedan interferir en el metabolismo de la testosterona, como se toman para aumentar la masa muscular, ni tampoco es aconsejable, al menos mientras se busca embarazo, tomar medicamentos para la caída del cabello que puedan afectar a la función androgénica.
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